Simplemente con imaginarme este pollito terminado se me hace agua la boca. El pollo encacahuatado era una de las especialidades de mi mamá y seguramente muchas veces me insistió que la ayudara a prepararlo. Si, seguramente también le ayudé pero nunca puse atención, como solía hacerlo, jaja nunca ponía atención en la cocina (por ejemplo, todas y cada una de las veces que hice arroz en mi casa, mi mamá tenía que decirme cómo hacerlo, paso a paso... si, simple arroz).
Y un día de antojos le pedí a mi sabia hermana, que anotó muchas recetas y que sabe cocinar muy rico (tiene el mismo sazón que mi mamá), que me pasara la receta del pollo encacahuatado.
Me la pasó, pero lo que más risa me dió es que no le entendí nada... jajaja. O sea, sí le entendí pero mi mamá solía decirme para todos los ingredientes: Ahí le vas calculando. Soy malísima para "irle calculando". Además mi mamá solía acortar todas las palabras, entonces la receta tenía cosas de risa como: "le pones el jito al caca"
No me he atrevido a hacerla, porque no le sé calcular. El día que me atreva, les contaré la receta. O mejor no, porque ese sí es un secreto de familia ˆ–ˆ
Yummi, ya me dio antojo otra vez...